Ensayando
Comparativos
de rendimiento de híbridos de maíz.
El
cultivo del maíz, junto a los de soja y trigo, forma parte de la secuencia de
cultivos preponderantes en el esquema productivo de la zona de la Cuenca del
Salado bonaerense.
En el avance hacia una
revolución tecnológica, las empresas vinculadas a la producción de semillas han
desarrollado híbridos
de maíz capaces de aprovechar mejor los nutrientes del suelo y resistentes a
ciertas plagas y enfermedades, que han permitido optimizar los rindes en
diferentes ambientes.
Dado que los adelantos genéticos y los nuevos híbridos,
están ofreciendo cultivos de alta producción, con mayor variedad de ciclos, que
permiten realizar un manejo más preciso y ajustar las fechas de siembra, los
técnicos de la Estación Experimental Cuenca del Salado del INTA realizaron un
ensayo comparativo en el que se evaluó el
comportamiento de diferentes híbridos comerciales de maíz en la región norte de
la Cuenca del Salado, utilizando la tecnología aplicada por un productor medio
de la zona.
Las experiencias se desarrollaron en la Chacra
Experimental Integrada Chascomús, perteneciente al Ministerio de Asuntos
Agrarios de la Provincia de Buenos Aires, en el marco del trabajo integrado
INTA-MAA.
Para la evaluación se realizaron dos ensayos comparativos
de rendimiento. En el primero se evaluaron híbridos de maíz para grano y contó
con la participación de 14 materiales, mientras que en el segundo se evaluaron
híbridos para silaje y participaron 6 materiales.
En el ensayo con híbridos para grano “el cultivo
antecesor fue moha y contó con un barbecho químico utilizando glifosato. La
siembra se realizó en directa el 1 de octubre de 2013. Para el trabajo se
utilizaron 14 híbridos comerciales de maíz resistentes a glifosato (RR), con un
diseño en bloques completamente aleatorizados con 3 repeticiones. Cada parcela
contó con 5 surcos de 150 m de largo, y un distanciamiento de 70 cm entre
hileras. El manejo contempló la aplicación de urea a la siembra al costado de
la semilla y para el control de malezas se aplicó atrazina, acetoclor y
glifosato, en pre- emergencia, además de Round-up ultramax en post-emergencia.
Según comentan los técnicos a cargo del ensayo “el 15 de
mayo de 2014 se realizó la cosecha, levantando la totalidad de la parcela con
cosechadora”. En esa instancia “se determinó el porcentaje de humedad de cada
híbrido, ajustado posteriormente a humedad comercial para calcular los
rendimientos por hectárea”. Los resultados fueron procesados mediante un
análisis de varianza (ANVA) y la diferencia mínima entre medias de tratamientos
mediante una prueba L.S.D, indicando diferencias mínimas significativas
(p<0,05).
En el ensayo con híbridos para silaje el cultivo
antecesor fue raigrás anual con un barbecho químico de glifosato. La siembra se
realizó en directa el 9 de noviembre de 2013. El ensayo contó con la
participación de 6 híbridos comerciales de maíz, bajo un diseño en bloques
completamente aleatorizados con 3 repeticiones. Cada parcela contó con 7 surcos
de 200 m de largo, y un distanciamiento de 70 cm entre hileras que fueron
fertilizadas con fosfato monoamónico y urea, aplicados a la siembra al costado
de la semilla. Para el control de malezas se aplicó atrazina con acetoclor y
glifosato, en pre-emergencia.
El 27 de febrero de 2014 se cosechó la totalidad de cada
parcela mediante la utilización de una picadora autopropulsada, determinando la
producción de materia verde. En este caso los profesionales del INTA comentan
que “la mayoría de los materiales al momento del picado se encontraban en
estado de grano pastoso”. Los resultados fueron procesados mediante un análisis
de varianza (ANOVA) y la diferencia mínima entre medias de tratamientos
mediante una prueba L.S.D., indicando diferencias mínimas significativas.
Adicionalmente, se tomó una alícuota de 50 g en cada híbrido que fue enviada a
laboratorio para la determinación de los parámetros de calidad como materia
orgánica, digestibilidad de la materia seca y energía metabolizable.
Los técnicos comentaron que durante el ensayo “las
abundantes precipitaciones de noviembre y diciembre posibilitaron un excelente
desarrollo vegetativo”. Sin embargo, “en los últimos días del mes de diciembre
se registraron varios días consecutivos con temperaturas superiores a 35ºC,
momento en que la mayoría de los híbridos se encontraban cerca de la floración”
(período crítico del cultivo), lo que “seguramente ha incidido en el cuaje de
los granos y, por ende, en el rendimiento final”.
Resultados:
Finalizada la evaluación los técnicos observaron que “en
el ensayo con híbridos para grano se registraron diferencias signifcativas
(p=0,014) en el rendimiento en grano”. El promedio ajustado a humedad de
comercialización “fue de 7162 Kg/ha, con un máximo de 9437 Kg/ha, y un mínimo
de 6033 Kg/ha, mientras que la Humedad a cosecha y rendimiento ajustado a
humedad comercial fue de (14,5%) por híbrido”.
En el segundo ensayo con híbridos de maíz para silaje “se
observaron diferencias signifcativas (p=0,025) en altura de planta”. La altura
máxima “fue de 1,77 m, mientras que la mínima de 1,43 m”. Sin embargo, según
comentan los técnicos del INTA, “no se observaron diferencias significativas en
el rendimiento en materia seca (Rend MS), el cual promedió los 8704 Kg/MS/ha,
con máximos de 9425 Kg/MS/ha y mínimos de 8094 Kg/MS/ha”.
Con el ensayo se determinaron además “los parámetros de
calidad de silaje por material, altura de planta y rendimiento en materia seca
(Rend MS) por híbrido de cada empresa.
Para mayor información:
Chacra
Experimental Integrada Chascomús (MAA-INTA). Mitre 202Chascomús.
Tel. 02241 42-5075 | 43-6690
E-mail: cicchino.mariano@inta.gob.ar
Referente: Mariano Cicchino, Esteban
Melani